El café natural se obtiene al secar la cereza entera bajo el sol, sin retirar la pulpa de inmediato. Este método resalta la dulzura y la complejidad, aportando notas afrutadas, achocolatadas y con cuerpo intenso. Ideal para quienes buscan una taza exótica, con aromas vivos y prolongado retrogusto.

Es el método más tradicional en el Perú. La cereza se despulpa y se fermenta para retirar el mucílago, luego se lava y seca. El resultado es una taza limpia, brillante y balanceada, con acidez agradable y dulzura natural. Perfecto para consumidores que disfrutan un café clásico, de alta calidad y consistencia.

En este proceso, la cereza se despulpa pero se deja parte del mucílago (la “miel”) durante el secado. Esto genera cafés con perfiles dulces, cuerpo cremoso y notas frutales delicadas, a medio camino entre el natural y el lavado. Muy apreciado en cafés de especialidad por su complejidad y versatilidad.